ÁCIDO SULFÚRICO (técnica), 98%, L

El ácido sulfúrico es un ácido inorgánico (mineral) fuerte cuya fórmula es H₂SO₄. Es un líquido incoloro, a veces ligeramente amarillento, viscoso, que se mezcla con agua en cualquier proporción. A veces, el color puede ser oscuro debido a la presencia de impurezas orgánicas o porque se ha añadido expresamente para advertir a las personas del peligro que presenta este líquido.

En la agricultura y la horticultura, el ácido sulfúrico se utiliza para la cosecha de patatas. Un par de días antes de la cosecha, los campos de patatas se rocían con una solución de ácido sulfúrico para que los tallos y las hojas se pongan negros. De este modo, se secan y no se atascan los aperos durante la cosecha. Para la recolección de cultivos alimentarios se utiliza una solución acuosa que contiene una mezcla de urea y ácido sulfúrico. La proporción de este último es de aproximadamente 1:4 a 7:4. Esta composición de elementos es de acción rápida, no tóxica y relativamente inocua para los equipos y el medio ambiente. Con este método se evitan las sustancias tóxicas en los productos alimenticios, se reduce considerablemente el deterioro de la cosecha y todo el proceso es mucho más rápido y eficaz. Esta combinación es especialmente adecuada para la recolección temprana de patatas y remolachas. Concentraciones muy bajas de urea y ácido sulfúrico pueden provocar un secado excesivo de las hojas de las plantas. Concentraciones más altas suelen favorecer un secado más rápido y reducen el riesgo de pérdida de sustancias activas de las hojas. Las soluciones más adecuadas para la pulverización son aquellas en las que el ácido sulfúrico representa aproximadamente el 5 % del peso, y las soluciones en las que la combinación de urea y ácido sulfúrico representa el 10 % del peso se utilizan más a menudo con cantidades de pulverización más pequeñas. Por lo general, las soluciones se aplican a las hojas en una dosis mínima de aproximadamente 22,5 kg/ha, teniendo en cuenta el contenido total de urea y ácido sulfúrico. Se obtiene un secado más rápido con unas 56 kg/ha, mientras que con una dosis de unas 336 kg/ha se destruyen con especial rapidez las hojas de todo tipo de cultivos. Por lo general, para facilitar considerablemente la recolección de los cultivos, se pulveriza 24 horas antes o más, con una dosis que oscila entre 56 y aproximadamente 560 kg/ha. En la agricultura, el ácido sulfúrico se utiliza para acidificar el agua con la que se riegan las plantas que prefieren suelos ácidos.

El uso de ácido sulfúrico es muy recomendable para reducir el pH del agua de riego al final del periodo de crecimiento intenso de las plantas, cuando se necesita un pH bajo del agua, pero ya no es necesario estimular el crecimiento de las plantas, además de ser una medida económica. En la horticultura, el ácido sulfúrico se utiliza para reducir las enfermedades y los parásitos que atacan a las plantas, reduciendo el pH del suelo, lo que disminuye la proliferación de microorganismos en el suelo.

En la industria maderera, se utiliza aproximadamente un 5-10 % de ácido sulfúrico para ennegrecer la madera. Se obtienen quemaduras químicas que se parecen a las quemaduras con fuego, solo que en este caso se puede conseguir el tono deseado, desde un marrón claro hasta un negro, y resaltar o mantener el veteado de la madera. Al ennegrecer la madera con ácido sulfúrico, la superficie se daña mucho menos que al quemarla con fuego. Antes de procesar la madera, se recomienda realizar una prueba en un lugar poco visible.

En la industria metalúrgica, la ácido sulfúrico se utiliza como ácido fuerte para cambiar el estado de los metales preciosos de sólido a iónico (líquido), tanto por disolución como por uso como medio de galvanización. En el arte del metal, el ácido sulfúrico se utiliza para ennegrecer el metal (forma óxido de hierro II con el hierro, que es pasivo y de color negro). De este modo, no solo se puede obtener el color negro del metal, sino también crear una capa protectora. A veces, el ácido sulfúrico se utiliza para el acabado de productos de herrería, como espadas, con el fin de resaltar la estructura del metal. En la escultura metálica, el ácido sulfúrico se utiliza para oxidar diversos metales con el fin de obtener un efecto de envejecimiento. Las soluciones de ácido sulfúrico se utilizan para pasivar la superficie del aluminio, es decir, en la producción de aluminio anodizado.

En los laboratorios, el ácido sulfúrico se utiliza como catalizador en diversas reacciones. Por ejemplo, es un catalizador ácido habitual que convierte el ciclohexanona oxima en caprolactama, que se utiliza para fabricar nailon. Se utiliza para producir ácido clorhídrico a partir de sal mediante el proceso de Mannheim. En el procesamiento del petróleo, por ejemplo, como catalizador de la reacción del isobutano y el isobutileno para obtener isooctano, un compuesto que aumenta el índice de octano de la gasolina (bencina).

En la industria de los fertilizantes, el ácido sulfúrico se utiliza para producir ácido fosfórico, fosfatos y fertilizantes fosfatados. Los apatitos (minerales fosfatados) se tratan con ácido sulfúrico, obteniéndose sulfato de calcio y ácido fosfórico, y como productos intermedios se forman hidrofosfato de calcio y/o dihidrofosfato de calcio (también conocido como superfosfato). De este modo, los minerales insolubles se convierten en solubles, que ya pueden ser absorbidos por las plantas.

Ca₃(PO₄)₂(k) + 2H₂SO₄(aq) + 4H₂O(s) → Ca(H₂PO₄)₂(k) + 2CaSO₄ ∙ 2H₂O(k)

Como fertilizante nitrogenado se puede utilizar el sulfato de amonio, que se obtiene neutralizando el amoníaco con ácido sulfúrico. Este proceso se lleva a cabo principalmente en fábricas de acero, donde a altas temperaturas se forma amoníaco, que se combina con el ácido sulfúrico y se puede precipitar en forma de polvo. Los cristales son de color marrón debido a las impurezas de hierro que contienen.

En las baterías, el ácido sulfúrico se utiliza como electrolito ácido en las baterías de plomo. La solución más común es una solución al 33,5 % en baterías de automóviles ligeros (1,25-1,28 g/ml) y/o una solución al 37,52 % en baterías industriales (1,285 g/ml).

En la purificación del agua, el ácido sulfúrico se utiliza para regular el pH, ya que es un medio barato y muy eficaz. Al reducir el pH del agua a 7, se puede eliminar el desagradable sabor a sodio/sosa y aumentar la eficacia de la desinfección con compuestos de cloro. También se reduce el riesgo de corrosión de los sistemas, ya que cuando el pH del agua es superior a 9, pueden empezar a oxidarse el cobre, el zinc, el aluminio, el hierro, etc. El uso de ácido sulfúrico ayuda a separar las emulsiones presentes en el agua (aceite/agua) en fases separadas, aumentando así la eficacia de la purificación. El uso de ácido sulfúrico reduce la dureza del agua (1 mol de ácido sulfúrico reacciona con 2 moles de cal). Este ácido también se puede utilizar en la regeneración de filtros de ablandamiento de agua para eliminar las acumulaciones de metales en la carga del filtro.

En la industria alimentaria, el ácido sulfúrico se utiliza como aditivo técnico y como aditivo E513 en la fabricación de quesos, así como en las fábricas de procesamiento de azúcar y en la purificación de agua potable, en la producción de almidón modificado y en proteínas lácteas especiales necesarias para productos de desarrollo muscular. El ácido sulfúrico puede utilizarse de dos maneras: como coadyuvante industrial o como aditivo E513, que es inocuo para la salud. En el primer caso, no es necesario indicar el uso del ácido sulfúrico. En el segundo caso, debe indicarse en la lista de aditivos. El ácido sulfúrico destinado a la industria alimentaria se almacena en recipientes especiales para evitar su contaminación. El ácido sulfúrico E513 está estrictamente separado del ácido que se utiliza únicamente con fines técnicos. El ácido sulfúrico no se añade específicamente a los alimentos como conservante. Sin embargo, como regulador del pH, se considera un aditivo alimentario de uso general y se utiliza directamente para controlar el pH durante el procesamiento de los alimentos, inhibiendo el crecimiento de bacterias y microbios. El ácido sulfúrico se utiliza en la producción de ácidos alimentarios (es decir, ácido cítrico y láctico) y en la regulación del pH de los productos alimenticios durante su transformación. El ácido sulfúrico está permitido en una proporción máxima del 0,014 % en bebidas alcohólicas y del 0,0003 % en quesos. Como aditivo alimentario, se utiliza en la producción de extracto de lúpulo modificado y como reductor del pH del almidón modificado. También se utiliza en el proceso de extracción, concretamente, el ácido sulfúrico regula el agua utilizada para extraer los fucoidanes de las algas marinas rojas. El fucoidan es un polisacárido sulfatado que se utiliza como ingrediente en complementos alimenticios.

En la industria de la limpieza, el ácido sulfúrico se utiliza en grandes cantidades en la industria siderúrgica para eliminar el óxido y los residuos de los productos siderúrgicos acabados. Al añadir peróxido de hidrógeno a una solución de ácido sulfúrico se obtiene la «solución de Piranía», que es muy fuerte, pero al mismo tiempo muy tóxica. Esta mezcla se utiliza principalmente para corroer componentes electrónicos o para limpiar recipientes de vidrio en laboratorios. La ácido sulfúrico en altas concentraciones se puede encontrar en limpiadores ácidos para tuberías para disolver la suciedad, el pelo o descomponer las servilletas de papel.

En las escuelas, el ácido sulfúrico se utiliza como catalizador en muchas reacciones en las que es necesario eliminar el agua de la reacción. Puede tratarse de reacciones de nitrificación, esterificación, descomposición, secado u otros tipos de reacciones. El ácido sulfúrico se utiliza para eliminar el agua del azúcar y formar así una estructura de carbón sólido C₁₁H₂₂O₁₁(k) → 12C(k) + 11H₂O(d). Este experimento también se conoce como „el dragón negro».“.

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