Álcalis

Los álcalis (o bases) son compuestos químicos que aumentan la concentración de iones de hidróxido (OH⁻) en las soluciones, elevando así el valor del pH y creando un medio alcalino. La escala de pH varía de 0 a 14, donde 7 marca la neutralidad y los valores superiores a 7 indican alcalinidad. Cuantos más iones OH⁻, más alcalina es la solución.

Los álcalis inorgánicos más comunes son los hidróxidos de los metales alcalinos y alcalinotérreos, como el hidróxido de sodio (NaOH), el hidróxido de potasio (KOH), el hidróxido de calcio (Ca(OH)₂). Se disocian completamente en una solución y afectan fuertemente al pH. Por ejemplo, el carbonato de sodio –una sal formada a partir de un ácido débil y una base fuerte– también tiene propiedades alcalinas, ya que su pH en una solución puede alcanzar hasta 11.

Propiedades y aplicaciones de los álcalis

Además de los inorgánicos, también existen álcalis orgánicos, como las aminas. También elevan el pH, aunque su estructura química es diferente: estos compuestos a menudo contienen átomos de nitrógeno capaces de actuar como bases.

Los álcalis se utilizan ampliamente en la industria: en productos de limpieza, fabricación de jabón, procesamiento de textiles y otras áreas donde es necesario neutralizar ácidos o crear condiciones alcalinas. Debido a su fuerte efecto sobre el pH, estos compuestos son esenciales en muchos procesos tecnológicos.